El sistema de transporte público suizo es realmente eficaz, por lo que rara vez merece la pena pagar más por un taxi. Aunque varían de una ciudad a otra, el precio es siempre alto y consiste en una tarifa base a la que se añade un recargo por cada kilómetro recorrido.
Las tarifas son más altas por la noche y los fines de semana. Los taxis pueden ser de cualquier color y se identifican por el cartel de Taxi del techo. Se pueden coger en las paradas, casi siempre situadas frente a las estaciones de tren. Escrito por Veronica.
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